
Renting de talento: Una solución para las PYMES
SITUACIÓN ACTUAL ]
Según el informe de abril de 2019 Marco estratégico en política de Pyme 2030 del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en España, las pymes suponen el 99,8% de las empresas, representan el 62% del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 66% del empleo empresarial total. Concretamente, las pymes con asalariados suponen el 46% de las empresas y emplean al 53,30% del empleo empresarial total.
Por ello hay una preocupación porque las pymes mejoren su productividad, y por tanto, su competitividad. Para aumentar la productividad de la empresa es importante considerar el capital humano y todos los procesos que le afectan, selección, adecuación persona-puesto, formación, desarrollo y retención, sin olvidar algo fundamental, generar procesos que faciliten contar con personas comprometidas y alineadas con los valores empresariales.
No obstante, para una pyme, definir una política de personas adecuada y realizar una gestión eficaz acorde a sus necesidades, no resulta un trabajo fácil, ya sea por falta de conocimientos, de recursos económicos y/o tiempo, debido a que el escaso personal con el que generalmente cuenta suele estar dedicado a labores de producción o comercial, que se perciben como generadores directos de beneficios, en cambio la gestión de personas suele considerarse un coste y no una inversión.
Según el Randstad Employer Brand Research 2018, el salario, la posibilidad de conciliación, un buen clima en el trabajo o la estabilidad laboral están entre los elementos más valorados por los empleados españoles. Por tanto, la capacidad de la empresa para lograr ser un lugar atractivo para trabajar es fundamental para atraer y retener talento. Es evidente que aumentar la productividad pasa por la mejora de las habilidades y formación de los empleados y directivos de las pymes. Estamos inmersos en la cuarta revolución industrial, donde convergen tecnologías digitales, físicas y biológicas que están cambiando a mucha velocidad y tienen un gran impacto en la forma de trabajar y relacionarse. En este contexto es imprescindible que las pymes sepan innovar y adaptarse al nuevo escenario. Para ello el primer paso es invertir en tecnología y talento a la vez que se emplean nuevas técnicas de gestión empresarial y de recursos humanos para hacer frente a los nuevos desafíos.
Y en este aspecto, también hay que ser innovador, no es necesario contar con personal especializado en plantilla, es posible aplicar el “renting de talento” para contar con sistemas que profesionalicen la gestión de personas contratando a consultoras que detecten las necesidades de cada empresa, desarrollen los procesos acordes a sus necesidades y supervisen su correcta aplicación, transfiriendo el conocimiento a las personas del departamento de recursos humanos y tutorizando su aplicación.
LOS DESAFIOS A AFRONTAR ]
Los retos a los que se enfrentan las pymes para sobrevivir y crecer están sustentados en la necesidad de que se produzcan verdaderos cambios a nivel humano: modificación de creencias, cambio de actitudes y de comportamientos, desarrollo de nuevas habilidades, gestión diferente de los problemas cotidianos, tanto en el ámbito de tarea, como relacional. Las personas con experiencia son claves por su conocimiento, pero a veces representan un obstáculo para el cambio y la evolución de la empresa. Por otra parte, las nuevas contrataciones traen aire fresco y energía renovada, que suele agotarse cuando no pueden modificar el a veces ineficaz “status quo” o simplemente no se consigue emocionarlos para retenerlos.
Transformar esto no es un reto fácil, ya que por un lado implica ayudar a las personas que llevan años en la empresa a cambiar hábitos y cuanto más mayores sean, más difícil es que modifiquen su forma de pensar, sentir y desenvolverse, por otra parte, está el desafío de atraer el talento, para lo cual es necesario convertirse en una empresa atractiva para trabajar. Ayuda a estos desafíos consolidar una fuerte cultura organizacional, donde esté clara la misión, la visión y los valores que la empresa desee que tenga su personal. La comunicación de lo que se quiere conseguir es el primer paso, el siguiente es crear las condiciones para que esa cultura actúe en la dirección deseada, como contratar nuevas personas, generar espacios conjuntos de reflexión, desarrollar sistemas que velen por el cumplimento de las intenciones de cambio y sobre todo acompañar a las personas en ese proceso, para que sean capaces de vencer las resistencias emocionales, muchas veces inconscientes que les impiden cambiar.
EL MODELO ÁGAMA: Ser, hacer, estar ]
El primer paso es hacer un análisis a nivel general de la pyme, su situación de partida, hacia dónde quiere ir y en función de ello, definir con qué recursos cuenta y qué acciones tiene que desarrollar para llegar a dónde quiere estar. Para ello comprobamos si la cultura real de la pyme coincide con la deseada y es acorde a su misión y visión, es decir a su Ser, o, por el contrario, hay que realizar ajustes para redefinirla. Teniendo en cuenta los objetivos estratégicos de la empresa, es importante determinar qué deben Hacer los miembros en el desempeño de sus roles y cuál es la mejor forma de Estar y de relacionarse con el cliente interno y externo para responder de forma adecuada al entorno competitivo en el que se mueve la compañía.

Saber Ser implica tomar conciencia de la persona u organización que es y la que puede llegar a ser. Saber Hacer implica cubrir el “gap” entre lo que las personas hacen y lo que deberían hacer y, por último, saber Estar implica comportarse de la manera más adecuada con los demás (equipo, cliente, etc.) acorde a los valores, políticas y códigos éticos o de conducta.
Cada una de las fases tiene una metodología específica, recursos como cuestionarios de diagnóstico, test para medir capacidades y competencias, herramientas pedagógicas y elementos de comunicación “ad hoc” para lograr los objetivos buscados y lo más importante, los sistemas que se implanten y el conocimiento que se transfiere, se hace con la mayor eficacia y eficiencia posible, porque quien mejor puede comprender las necesidades de una pyme, que otra pyme como Ágama.
