


-En la metafísica (con el mundo elemental, el celeste e intelectual)
-En el tiempo (Pasado, presente y futuro)
-En las tres potencias de la inteligencia humana (memoria, entendimiento y voluntad)
–En los colores primarios (azul, amarillo y rojo); en los estados de la materia (sólido, líquido y gaseoso)
-En la inteligencia emocional, la necesidad de que exista coherencia entre lo que se siente, lo que se piensa y se hace.
-La ley del 3 en el Eneagrama que habla de 3 tríadas, la interacción de 3 elementos representando el mun- do tridimensional y cómo resulta de tres fuerzas, una activa (+), otra pasiva (-) y la tercera neutra.
Con el 3 como eje, nuestros procesos de coaching buscan "generar una experiencia coachee" a través de despertar emoción, provocar reflexión y estimular la acción
EL 3 Y SU APLICACIÓN AL COACHEE
Con el 3 como eje, nuestros procesos de coaching buscan “generar una experiencia coachee” a través de despertar emoción, provocar reflexión y estimular a la acción. Para ello trabajamos con herramientas que detecten qué emo- ción está sintiendo el coachee y si esta no es la adecuada, aplicamos metodologías diversas para lograr despertar aquellas emociones que permiten que el proceso sea eficaz, como apertura, aceptación y agradecimiento.
En el proceso de provocar reflexión, nos centramos en que el coachee descubra el para qué de aquello que quiere cambiar en 3 ejes temporales, para qué le ha servido en el pasado, para qué le sirve en el presente y para qué le servirá en el futuro cambiarlo. Por otra parte, nos ocupamos de que el coachee comprenda que todo lo que hace tiene un efecto, ya sea positivo, negativo o neutro y que analice, pre- viamente a cualquier acto, el objetivo buscado y que reflexione a posteriori, el resultado alcanzado. también le cuestionamos qué hace, el porqué lo hace y el para qué.
Cuando trabajamos en estimular a la acción, el 3 vuelve a estar presente, ya que el plan de acción del coachee se basa en determinar qué debe continuar haciendo, qué debe dejar de hacer y qué debe comenzar a hacer. En el tipo de acciones que se proponga, vuelve a aparecer el 3 y estas deben estar enfocadas en lograr beneficios para sí mismo, para el entorno y para ambos, de tal manera que el YO, el TU y el NOSOTROS estén presentes a la hora de medir los impactos.
Consideramos muy importante conseguir al finalizar cualquier proceso de coaching, que el coachee haya desarro- llado las competencias que necesitaba recordando que las mismas resultan de la combinación de 3 ejes: querer, saber y poder. Pero esto no nos resulta suficiente, ambicionamos también que el coachee mejore su inteligencia emocional, la cual consiste en saber detectar las emociones, modificar los pensamientos y orientar la conducta hacia el logro de los resultados deseados.
Cuando queremos que el coachee reflexione sobre sus posturas de pensamiento, sentimiento y acción, le estimulamos a que analice en cada una de las situaciones qué posición tiene, utilizando la visión de Covey y sus 3 estados de madurez: dependencia, independencia e interdependencia
EL 3 Y SU APLICACIÓN AL PROCESO DE COACHING
La Programación Neurolingüística nos ha enseñado que no todas las personas nas son iguales, que están las auditi- vas, las kinestésicas y las visuales, por lo tanto, cualquier proceso que quiera ser eficaz, tiene que detectar cómo es el coachee y sintonizar con él, aplicando las estrategias de PNL adecuadas.
El Eneagrama divide a los nueve estilos de personalidad en tríadas, por lo que encontramos a los instintivos, los emo- cionales y los mentales, y cada tríada tiene distintas necesidades, deseos y emociones características. Por otra parte, de los nueve estilos de personalidad, 3 manifiestan su energía hacia afuera, 3 hacia adentro y 3 hacia ambos lados.
Cuando queremos que el coachee reflexione sobre sus posturas de pen- samiento sentimiento y acción, le es- timulamos a que analice en cada una de las situaciones qué posición tiene, utilizando la visión de Covey y sus 3 estados de madurez: dependencia, independencia e interdependencia, lo que le facilita entender determinados patrones de repetición en sus actos.
también hacemos pensar al coachee sobre su manera de comunicar y desde la teoría de la Asertividad, le invitamos a que descubra su tendencia a ser asertivo, complaciente o agresivo. Si aplicamos el Análisis transaccional y sus 3 estados del Yo, le hacemos notar en sus relatos, cuándo ha comunicado desde el estado Padre, cuándo lo ha hecho desde el estado Niño y le desa- fiamos a que reconstruya su comuni- cación, desde el estado Adulto.
EL 3 Y SU APLICACIÓN AL COACH
Cualquier coach que se precie debería aplicarse a sí mismo lo que yo le llamo las “3 Cs”: CONSCIENCIA, COHERENCIA Y COMPROMISO. CONSCIENCIA para darse cuenta de cómo es él, cómo
es el coachee, cómo son los mutuos impactos, cómo es la empresa, cómo es el proceso, en suma, consciencia para tener una mirada amplia pero focalizada. No todos los procesos son iguales, porque los entornos y las per- sonas son diferentes. Hay que ponerle CONSCIENCIA a cada uno, para dar las herramientas adecuadas a utilizar con cada proceso y persona.
COHERENCIA, porque es la base de
la inteligencia emocional. Para poder ayudar al coachee, el coach tiene que haberse ayudado a sí mismo, alinean- do lo que piensa, siente y hace, para que de esta manera resulta creíble e imitable y el proceso fluya mejor.
COMPROMISO, con su rol, con el coachee, con la empresa que le contrata, con la ética, con la verdad y consigo mismo para saber si puede aportar en un proceso o debe dejar de hacerlo.
Y, por último, el coach no puede olvidar que en un proceso de coaching 3D, para ejercer bien su rol, tiene que ser fiel al coachee, a la empresa que le contrata y, sobre todo, a sí mismo. ]